Me llamo Wilmo Ordoñez Quezada, nací en Alamor – Loja, por un mejor futuro mis padres junto mis hermanos migramos a Cuenca donde viví 18 años, durante mi infancia y juventud tuve la gran oportunidad de compartir y saborear estas dos culturas gastronómicas, dándome un conocimiento que a futuro seria de gran valor e importancia para aplicarlo en mi vida profesional.

 

Realice mis estudios culinarios en la ciudad de Cuenca, donde destaque de una manera natural entendiendo que la gastronomía era lugar correcto donde Yo quería hacer de esta profesión mi herramienta para vivir. Fui parte del equipo culinario donde participe en varios competencias tanto nacional como internacional. Al culminar mis estudios el propietario de la escuela culinaria me dio la oportunidad de unirme a la planta de docentes, a la par de esto desarrollamos en conjunto un proyecto gastronómico, tengo el sentido de seguir creciendo y aprender constantemente, en este proceso tuve la oportunidad de ser parte del proceso y desarrollo del restaurante La Caleta con gran reconocimiento en la ciudad.

 

Al poco tiempo decidí hacer una pasantía en el restaurante Gustu en la Paz – Bolivia, a los 2 meses, la gerencia del restaurante me ofreció quedarme para formar parte de la plantilla del restaurante, donde me involucré en lo gastronómico y administrativo. Aporte con algunos artículos de productos andinos que fueron parte de un libro para una universidad de Copenhague (Latin Crop), todo esto durante casi 2 años, al culminar este tiempo volví a mi país por un par de meses donde me involucre en un proyecto en la cuidad de Manta, no era algo fijo, mis ganas de aprender me llevaron a ciudad de Panamá, por 1 año trabaje en el restaurante Maito del Chef Mario Castrellón, en este tiempo desarrolle un concepto gastronómico para empresa llamado Salva. Por asares de la vida Mario me pidió que ayudara a una amiga personal que tiene una villa de ultra lujo llamada Sweet Bocas en el caribe panameño donde por 5 años fui el chef ejecutivo del proyecto, desarrollamos temas de permacultura, acuacultura. Me fui involucrando poco a poco en sostenibilidad y una cocina de kilómetro 0, siendo los productos de la huerta y el mar las estrellas de cada plato. Mi tiempo como chef aquí había culminado, vuelvo a ciudad de Panamá donde regreso esta vez a Grupo Maito, tiempo en el que me encargue de 4 restaurantes en la estructuración y parte gastronómica donde estuvo alrededor de casi 1 año más.

 

Decido regresar junto a mi esposa a Cuenca por un par de semanas de vacaciones, vimos una ciudad con evolución y propuestas gastronómicas que valen mucho la pena, eso nos dio la confianza de creer en nuestro país e iniciar nuestro proyecto gastronómico llamado ITA (diminutivo que se utiliza en el habla cuencano para expresar a alguien o algo con mucho mas cariño y aprecio, ejem: casita, comitida, abuelita, etc).

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